Se supone que solo sus amigas deben entrar a su habitación, sobre todo para jugar los juegos de chicas y esas cosas que hacen que los padres no quieren saber. Pero nada de hombres, es la regla que puso su padre, sin saber que cuando él no está en casa, ella hará lo que quiera hacer. Y lo que siempre le pide su cuerpo es meterse el pollón negro del vecino, ella es la vecinita puta y este tío no duda en meterse a su casa para destrozar su coño. Lo tiene muy ajustado todavía y parece que hace buenas mamadas, así que no hay razón para no complacerla mientras ella lo pida.