Salir y escuchar a las aves cantando en la mañana, es un placer para los que la edad, ya les ha privado de otros placeres más carnales, pero esta jovencita, aunque con su corta edad, también se une al grupo donde desafina con su belleza. Ella busca otra cosa más que el adorno del ambiente; ella necesita la aventura que le su edad le exige. Por eso termina follando en el parque con un negro que le paga por follar, no tiene problemas siempre que tenga la polla grande y haga gozar su coño, porque como todo buen empresario, sabe que el dinero es una consecuencia.