Estos novios jovencitos estaban preocupados por el hecho de follar y que a ella le doliera, ya que era virgen. Tanto fue así que llamaron a un amigo de la familia que era médico, para que la examinara. El hombre observó su himen intacto y les aseguró que para que la cosa fuera bien tenía que hacerlo un experto. Fue la excusa perfecta para sacarse la polla y desvirgar a la jovencita delante de su propio novio, y además con su visto bueno.
Cuando sacó su verga cubierta de sangre le aseguró que ya no era virgen, que podían follar sin problemas. Él había hecho bien su trabajo, robarle la virginidad a una jovencita debido a la ignorancia de su chico.