Parece que haberse quedado sola pensando en ayudar a sus hermanas no es tan malo, ellas parieron como conejos y se casaron cuantas veces quisieron, pero la madura prefirió vivir su vida un poco más ligera sin tener cargas. Aunque siempre ayudo con los chicos y ahora ella está viendo el rédito que eso le dejo. Porque su pequeño sobrino le toca el mientras ella está limpiando la casa y se pone tan cachondo que la polla se le puso dura. Ahora ella puede darse el gusto comiéndose la verga de un chaval y no tiene que salir a la calle a buscarlo porque es de su propia familia.