Llegar a su casa y seguir pensando en eso que lo tenía tan atormentado, no era algo que prefería hacer. Pero al no tener otra opción, no le quedaba más que hacerlo y tratar de lidiar con eso. Su madre no lo quiere en casa y lo envió a vivir con su tía, pero todo mejoro el día que encuentra a su prima con el culo empinado y ofrecida para una follada. Nunca pensó que podría meterle la polla en el coño a la zorrita, pero paso sin que él pensara que fuera posible. Solo digno a disfrutar como cualquier hombre que ve que sus sueños y fantasías incestuosas se hacen realidad.