La chica llegó borracha y tambaleándose por los pasillos hasta entrar en la habitación de su hermano. Sin decir nada se echó sobre la cama. Acababa de llegar de fiesta y no sabía muy bien lo que hacía, pero esa noche ella no había follado y sentía que algo le faltaba. El chico empezó a tocarla mientras ella estaba tumbada boca abajo. En su estado no se enteraba de mucho, pero en realidad no le importaba. El hecho de que hubiera ido a la habitación del muchacho era porque en realidad buscaba desesperadamente tener sexo. Con ese vestido tan corto que llevaba no le costó mucho encontrar el agujero de su coño, en el cual introdujo sus dedos. Ella lo estaba sintiendo mucho, pero no decía nada.
Su hermano no aguantó demasiado, se sacó la polla y en esa misma postura se la metió entera. Se la estaba follando en su habitación, justo al lado de donde dormían los padres de ambos.
No se lo podían creer, pero estaba sucediendo. Al final el chico se corrió en la boca de la jovencita.