Luego que llego de la universidad, a ella le costó mucho dormir. No es que él hiciera mucho ruido ni nada parecido. Es que ella tenía muchos sueños extraños y despertaba muy caliente. No sabía que le pasaba y tenía que masturbarse antes de salir a la cocina. Eso le tenía muy confundida hasta que descubrió que siempre tenía deseos de montar la polla de su hermano. Haberlo visto muchas veces desnudo hizo que desarrollara deseo por follar con él y ahora su coño no se quedara tranquilo hasta que ella pueda recibir una buena follada incestuosa. Pobre chico, lo incitaron a caer en pecado.