Siempre supo que sería complicado, una mujer calculadora que ha hecho mucho dinero con su negocio no puede ser fácil de llevar. Además es soltera, aunque ya tiene edad para estar casada y empezar a lavar pañales, pero ella sigue dirigiendo un gran negocio. Pero este chaval entiende que lo que puede parecer un capricho, tal vez es una gran estrategia porque ella sabe lo que hace. Así que si su jefa quiere montar su polla, para él está bien porque ella es la que paga su sueldo y si quiere follar, él es el indicado para penetrar su coño como ella lo pida.