Un hombre hace lo que sea por ella, está sentado en su oficina pensando en cuál será el próximo regalo costoso que le dará para sacarle una sonrisa. No hay otra motivación para hacer mucho dinero que no sea ella. Sin embargo, ella por su parte, está en la casa del hombre que atiende sus deseos sexuales cuando está sola. La sexy zorrita blanca tiene una amante y pasa muchas horas cabalgando su polla. Parece que su coño necesita más que regalos y atenciones, ser tratada como una princesa está bien pero lo que la hace feliz es ser follada como una perra callejera.