Una jovencita rusa que no hace absolutamente nada en el día y mucho menos en la noche. Sus padres saben que ella tiene dificultad para mantener las piernas cerradas y para evitar un embarazo no deseado, la tienen encerrada día y noche en su casa. Parece un cuento de hadas solo que en este caso la princesa mete a su novio cuando se descuidan y ahí mismo todos los días recibe su dosis de sexo duro a lo perrito. Es como a ella le gusta que la follen y su novio sabe que debe aprovechar mientras sea el único que tiene acceso al coño caliente de la zorra.