Algunas chicas prefieren ir de fiesta y luego de algunos tragos, terminan en una habitación en la cual no saben cómo llegaron y no quieren recordar el nombre del chico para no tener que llamarlo nuevamente. Es un ritual moderno de apareamiento que no termina en procreación pero que funciona. Pero para esta rusa con enormes tetas es completamente diferente, porque ella puede elegir a dedo y nadie le dice que no. Además puede estar gozando una lamida de coño con toda la calma del mundo porque está muy buena. Luego abre las piernas bien para una follada.