El día es largo cuando no tienes nada que hacer, eso es común en una jovencita guapa que tiene un hombre dinero que paga todos sus gastos. Un lujo que las feas no se pueden dar y que tampoco es su culpa ser atractiva. Solo lo es y ahora le toca disfrutarlo. Por eso luego de hacer yoga y tomar sola un rato en la piscina, la rubia pequeñita pasa un rato montando la polla de un negro gigante. Es lo que más placer le da a su coño pero parece que su novio no lo sabe. No creo que quiera saber que ella prefiere las folladas interraciales. Aunque era de esperarse realmente como con cualquier puta.