Que esa chica tocara la puerta de su casa no fue sorpresa para él, siempre lo hizo y era para pedir alguna pelota que cayó en su patio o bien para pedir un dulce. Pero ahora algo cambio, ya es una jovencita de 18 años cumplidos y parece que ella tiene otras intenciones que él no pudo descifrar hasta que ella se lanza sobre él. El tío sabe que es un hombre maduro, pero si una zorrita quiere follar con él, no tiene la fuerza de voluntad para negarse a darle una follada a su coño como ella lo pida. Es una cuestión de ética, debemos hacer lo que debemos hacer y eso es l oque hace un hombre.