Putas maduritas contratan un entrenador personal
Algunas de sus amigas les habían hablado a estas divorciadas de un nuevo personal trainer que las tenía locas a todas ellas. Trabajaba a domicilio, y a todas las tenía en forma, y no solo por sus ejercicios… no sé si me entiendes. Vamos, que muchas de ellas han acabado llevándoselo al catre, y por lo visto el tipo era un semental. Estas dos zorras querían comprobarlo en sus carnes, y además juntas; así que le tendieron una emboscada al entrenador. Concertaron una cita con él, sin decirle que eran dos clientas en vez de una. Y en cuanto apareció se lanzaron por él, el único ejercicio que les interesaba era un trío de sexo.