Un tío tiene su casa y este es feliz, ahí mismo vive con su novia quien paga todo, solo tiene que aceptar que ella tiene su negocio y de ahí es de donde sale el dinero para pagar todos los gastos. Entonces tenemos que un hombre debe elegir entre ser feliz y hacer feliz a los moralistas. Obviamente escogió lo más correcto y su mejor amigo va para su casa y estará un rato probando los masajes con follada que da su esposa. Él se siente orgulloso del rico coño que tiene su chica y no se limita al dejar que todos sepan lo zorra que es. Él mismo los invita a probar las delicias de la putita.