Proteger la vida y la propiedad privada de las personas es una gran labor, sobre todo cuando se hace bien. El mundo volvería al caos de la edad media sin esas personas que entregan sus vidas para que los ciudadanos puedan vivir en relativa paz. Pero también son humanos y también tienen necesidades. Como esta policía rubia que posiblemente tal vez, luego de un largo de trabajo, prende su cámara y pasa unas horas mostrando a sus fanáticos como masturba su coño. Le gusta meterse las manos en la raja como a cualquier mujer común que disfruta hacerse pajas femeninas.