El poder seducir al vecino casado era una cruzada que ella tenía pendiente. Verlo caminar con su esposa vieja y mirar los ojos de resignación de ese pobre hombre por no tocar un cuerpo nuevo, le daba mucha pena y tenía que resolverlo. Así que la perversa jovencita rubia se mete a su casa para seducirlo y rápidamente está dándose gusto con un pollón metido en el culo. Porque aunque también dejo que se la metiera por el coño, ella quería darle algo especial para subirle el ánimo realmente y que ya luego decida follara siempre que ella se lo pida.