Un día tomo una de sus muñecas y no la quiso soltar jamás, era muy difícil todo, sobre todo su aseo personal ya que no se quería mover. Lo que llevo a su familia a internarla en una institución donde la atienden como una paciente mental. Literalmente está loca pero no es correcto decirle así ahora. Lo cierto es que los dos psicólogos han descubierto que la única forma que se calme es follando con ella. Parece que le gusta mucho tener una polla dentro de la boca y que luego se la metan en el coño. Se puede decir que es una puta pero parece que ahora se tiene que complicar todo con términos absurdos.