La mujer no quiere saber nada de los hombres. Ella cree que de forma inherente, cada uno de ellos es perverso y malo. Con excepción de sus hijos que no tiene y de los médicos. Ellos son bañados por el manto de la bondad y son una clase a parte mucho más evolucionada que cualquier mortal. Entonces con ellos si puede hacer una orgia siempre que sea en el consultorio. Tomarlo con algo que manda la ciencia su ideología se lo permite. Por eso la pelirroja va todos los días a chequear que todo con su cuerpo este y a darle un poco de placer a su coño.