Todos los días, luego de almorzar, se despide su marido quien se va a trabajar y ella entra a tomar una ducha. Se pone una ropa ligera y sale directo al gimnasio donde trabaja muy duro para ponerse en forma. Al menos esa es la historia que le cuenta a todos, porque la realidad es que la negra con ricas tetas se viene siempre sobre la polla grande de su entrenador. Quien está muy feliz de tener como alumna ya que ella es muy ardiente y tiene un coño muy caliente, le gusta mucho follar y además hace buenas mamadas. Que sea una chica casada ya es algo que Dios se encarga de juzgar.