¿Y si nos follamos a la sirvienta? Estas amas de casa o mujeres trofeo mejor dicho suelen aburrirse mientras sus viejos maridos están en sus empresas ganando dinero para sus caprichos. Como tienen tanto tiempo libre se pueden permitir hacer cosas que otras mujeres ni podrían soñar. Pero ellas están muy buenas, lo saben, y no quieren desperdiciar esos cuerpazos que tienen esculpidos tras miles de horas en los gimnasios y rigurosas dietas.
Así que ese día decidieron probar algo diferente, iban a follarse a la sirvienta. La mujer tampoco podría decir nada, sabía que su puesto de trabajo dependía de que ellas estuvieran contentas. Y si ello implicaba tener que comerle el coño a ambas lo iba a hacer.
Entre las tres se montaron un peculiar trío lésbico en el que acabaron follándose mutuamente.