Un poco inquieto estaba de saber que su suegra se iba a vivir con ellos, sabiendo bien lo que eso significa porque existen millones de historias que lo confirman, él no quería que pasara. Pero luego de un día ya cambio de opinión y ahora no quiere que la vieja se vaya. Básicamente porque descubre que tiene buenas tetas y además, tanto la madre como la hija son igual de putas. Tanto que se comen su polla juntas y hasta puede follarle el coño a las dos, algo que no todos los hombres pueden decir y mucho menos contarlo a sus amigos como lo hace este tío con nosotros.