Un día tranquilo en la cocina, intenta conversar sobre cosas importantes. Algunos temas se proponen para llevarlos a debate y ver si algún aporte a la humanidad se puede hacer. Pero, su hermanita le muestra que no lleva bragas y ahí todo cambia. En ese momento lo único que pudo hacer fue sacar su polla para dejar que ella se la chupe y luego que este dura, metérsela dentro de la raja para hacerla gozar. Es lo mismo que siempre pasa, ella siempre quiere el placer carnal más allá de la necesidad que tiene el chaval por cultivar su mente. Pero así son las mujeres.