Su madre aun se sentía joven, y al ver a su hija con su novio sentía cierta envidia. Hasta el punto de que un día les propuso hacer un trío. Su hija se pensaba que era de broma, pero lo decía muy en serio. De hecho la madura sabía hacer las cosas bastante bien, el novio de su hija no puso ninguna pega. A la jovencita le sorprendía ver a su propia madre mamando una polla, la de su novio. Pero sin duda aprovechó para aprender de toda una profesional. Una madre siempre puede enseñar muchas cosas a sus hijas.