Tocar la puerta de un hombre que puede ser tu papá y empezar con una historio que parece que no puedes contar, es algo misterioso. Sin embargo, este tío con toda la paciencia del mundo, se queda atento escuchando lo que ella quiere decir para saber qué es lo que ella quiere. Resulta que todo era más simple de lo que parecía porque la jovencita solo quería probar el semen de un blanquito. Algo que para este hombre no representa ningún problema ya que se sacó su polla para que la jovencita le hiciera una mamada y se aseguró de correrse sobre su cara para que sintiera su leche en la boca.