Habar por su móvil un rato con alguno de sus novios la distrae, pero no puede ir donde él esta y él tampoco puede ir a su casa. Aunque en la mayoría de los casos eso podría ser una gran tragedia para una jovencita que necesita diversión en su vida en un momento en el que todo está servido para ella, en este caso no fue así. Ya que ella tiene un vecino con una enorme polla negra que puede estar muy complacido de estar rompiendo su coño con muchas ganas. La rubia no duda en llamarlo para que le dé una follada interracial y él sabe la suerte que tiene de estar en el radar de la zorrita.