Después de haber apostado y perdido no tuvo más remedio que aceptar que tenía que pagar. Para cuando quiso darse cuenta su hermano estaba de pie frente a ella con la polla fuera, esperando recibir lo que tanto le había costado ganar. Puede parecer una barbaridad, y tal vez lo sea, ya que ver a dos hermanos follar no es algo habitual. Pero ellos lo ven como lo que es, simplemente sexo y nada más.