Para ella todo en la vida es fácil, solo se pone su lencería y deja que la miren, es como el canto de las sirenas que hipnotiza a los hombres y terminan haciendo lo que ella quiere. Pero la gordita negra no busca nada extraordinario. Ella usa su don y complace su coño sin que nadie salga lastimado. Tiene su novio quien tiene una polla grande y es la que ella siempre quiere tener metida en la raja. Así que la tetona no duda en seducirlo para que la folle todas las veces que ella quiere. Casi siempre diez veces al día.