Su padre está cansado de las exigencias, no quiere saber más nada de las necesidades de los demás y solo quiere estar en su oficina donde lo puede controlar todo. El chaval adora su vida de niño rico todo el día tirado en la cama viendo alguna serie de moda, y su madrastra necesita alguien la folle por el culo, así que solo le queda su hijastro y claro que la egoísta infiel va a usar su polla para tener el placer que quiere en el ojete. La gorda culona no tiene muchos problemas para estar follando con el chico que se supone que tiene que tratar como su propio hijo. Pero así son las putas.