Siempre supo que estaba destinada a ser feliz, no se lo dijo un brujo ni alguien que tira las cartas mientras fuma un tabaco, es que ella uso el sentido común desde el primer momento que vio como le crecía el culo y además se volvía una negra tetona. Ya en ese punto estuvo consiente que podía disfrutar de un hombre que tuviera una polla larga y dura con quien estar follando salvajemente todos los días. Además su coño es estrecho y ella se puede poner en todas las posiciones, por su parte tiene todo lo que necesita y merece ser follada como una perra.