En realidad yo no sabía si mi hermana estaba dormida o si se lo hacía. La cuestión es que desde que empecé a tocarla hasta que me corrí ella no movió ni un dedo. A mi eso me ponía cachondo, verla tan sumisa y a mi merced me ponía cerdo. Me la quise follar con condón, me daba miedo dejarla preñada. Ya sabéis que pasa con esas cosas de la endogamia, así que prescindí del placer máximo por ser prudente.
Pero que más da llevar goma o no, joder, me estaba follando a mi hermanita!