Llega ese momento que todo padre tema, lo que viene es el síndrome del nido vacío. Luego los gatos o perros y sin saberlo, están condenados a alegrarse porque otras personas vivan sus vidas muy placenteras. Pero está madura tetona no está dispuesta a dejar que su pequeño hijo se vaya de casa sin antes luchar para que se quede con ella. Así que como último recurso, se saca sus tetas y lo deja ver su coño medio peludo. Luego de hacerle una mamada y dejar que su chico pruebe el coño de mamá, ya decidió quedarse por unos 40 años.