Para ella no es fácil porque para cumplir su fantasía de tener su primera polla negra tuvo que salir de su país, la española ahora siente que todo ha valido la pena porque la puede sentir hasta el fondo. Y la verdad no fue muy difícil, solo metió a este señor de color a su casa y cuando estaba sentado en el sofá, la jovencita tetona solo tuvo que ponerle la mano sobre el pantalón y ya él está listo para sacar su enorme verga y darle todo el placer que ella quería en su coño. Primero lo calentó con una mamada y rápido ya estaba a cuatro patas gritando como una zorra.