No es el primer ni el último chico que se enamora de su jefa. Y no es solo por el hecho de ser una mujer madura, ni por el de ser su jefa. Es porque todo ello mezclado junto con su atractivo personal hace que esta zorrita, aunque ya sea una vieja, siga siendo realmente atractiva a los ojos del chico.
Ese día de trabajo iba a ser mucho más relajado de lo que tenían previsto. El chico agarró con sus manos la cabeza de la madura y la besó. A partir de ahí se disparó todo, la dejó desnuda y empezó a comerse su peludo coño. Más tarde la penetró en el sofá del despacho hasta correrse.