Hacer bien su trabajo no solo es una cuestión de esperar una buena paga, sino que también es parte de sí mismo porque son las enseñanzas que le dejo su padre. Este siempre insistió en que un hombre se mide por las cosas que puede hacer bien, entonces por eso este tío no deja de ser dedicado en lo que hace. Por eso cuando esta jovencita rubia se aparece desnuda ofreciendo su cuerpo para que él se dé gusto, el jardinero negro supo que tenía que meterla a la casa y ahí mismo dar una buena follada hasta que su coño quedara bien satisfecho. Es lo menos que podía hacer.