Las chicas querían estar con él, pero son amigas y ninguna de los quería ceder el derecho a tenerlo. Ambas lo vieron al mismo tiempo y no podía acudir a la regla de las zorras, así que solo les queda la opción de ponerse de acuerdo para comerse su polla entra las dos. Las negritas saben que sería algo muy duro pero lo que importa es que ellas le den gusto a sus coños. Lo demás es irrelevante, si él termina en el hospital ya es su problema por no alimentarse bien sabiendo que en la calle hay tantas mujeres putas que siempre andan deseosas de un macho.