Parece algo obvio, pero no se suele respetar y luego pasa lo que pasa. Ellos dos estaban de vacaciones y decidieron compartir cama. Fue un grave error (o acierto), ya que al estar cuerpo con cuerpo, el calor, las copas que se habían bebido… todo fue una mezcla explosiva que hacía que la chica no pudiera parar de reir y que el chico no pudiera parar de tocarla. Al final pasó lo que pasó, sin verse las caras el chico la empotró por detrás. Ella gemía, retozaba y se corría una vez tras otra mientras su hermano se la follaba. Finalmente el chico se corrió dentro de ella, algo que era de esperar. La chica sin embargo ni se alteró por ello, le encantaba sentir como se escurría el semen de su hermano por entre sus piernas.