Ella no quiso terminar el colegio, apenas cumplió 18 años se fue a vivir con un chaval que realmente no tiene mucho que ofrecerle. Una casa apenas que renta y que tiene que trabajar duro todo el día para pagarla. Además de los gastos, pero lo hace como un hombre, con su propio esfuerzo. Pero la razón por la que la ardiente rubia es muy feliz, es que él le da fuertes folladas, tiene una polla bien grande y hace que el coño de la zorrita se chorree mucho. Así que ella lo espera todos los días atada de manos y lista para que se folle su raja con todas las ganas.