Si un padre no puede con su hija, debe buscar ayuda de un profesional. Pero esos profesionales lo único que dicen es que todo se cura con amor, parecen gurús indios que adoran millones de dioses y que prefieren morir de hambre a comerse un trozo de carne de tantas vacas. Pero este tío sabe que su hija necesita entrar al campamento de disciplina y ahí un entrenador termina abriendo su coño cuando la putita intenta escapar. Ahora parece que todos los días lo intentan pero solo para que le den una buena follada. Ya por lo menos se sabe que lo que necesitaba era una polla y su problema no se resuelve con amor y comprensión.